acompañando maternidades

El acompañamiento tiene más de arte que de ciencia,

tiene más de ser que de tener y tiene más de estar que de hacer* 

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Transitar la maternidad, en cualquiera de sus facetas, representa una oportunidad para reencontrarnos con nosotras mismas desde nuevas perspectivas y vivir la experiencia desde nuestro sentir. 

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La contención y el sostén son recursos que facilitan el impulso para habilitar nuestra propia fuerza. De ahí el valor de estar acompañadas. 

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Esa compañía debe ser desde el respeto, con presencia y disponibilidad. Para mí, acompañar es estar para otra persona, en coherencia con sus necesidades. Acompañar es comprender lo que le pasa a la otra persona y estar ahí para ella. Es un estar sin juicios ni expectativas. Es un estar con escucha y sensibilidad. 

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Para que el acompañamiento pueda darse es necesario un espacio de confianza. Ese espacio se va construyendo, por eso es importante un primer encuentro para conocernos, reconocer nuestra sintonía y definir con más detalle qué puedo y qué no puedo ofrecer, de acuerdo al contexto particular de cada quien.  

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Veo el acompañamiento como espacio sagrado, en el que voy ofreciendo mi mano y mi energía para que a tu ritmo vayas adentrándote y conectándote con tus propios procesos.  

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*Otero N. & Prieto S. 2013. La Maternidad Acompañada